> Vida sana y creativa: diciembre 2016

martes, 27 de diciembre de 2016

"Ojos que sí ven": la antología de poetas experimentales de México y España

Ojos que sí ven nació de una complicidad; casi de un azar. Equivale a decir, de un acto poético. Todo lo que se dio desde que nos conocimos Paco, Pepe, y Dante, para que abutiera en este libro. Es una historia llena de minuciosidades, y cada una de ellas era un click para el ojo malicioso de Paco Peralto, que olfatea poesía.
Poema visual de Rafael Peralto, antologado en Ojos que sí ven.
Una de las obras antologadas: Rafael Peralto. Serie de Nueva York.

En 2010, surgió de las prensas de Corona del Sur, la antología "Ojos que sí ven" de poetas experimentales mexicanos & españoles, de la mano de mi padre, Francisco Peralto, y compartiendo autoría con los profesores José Brú y Dante Medina.

Fueron 55 poetas los seleccionados, nacidos entre los años 1928 y 1984: 

Alfonso López Gradolí: Poema en Ojos que sí ven de editorial Corona del Sur
Alfonso López Gradolí: "Mirar, mirarte".
Raúl Renán (Mérida, México, 1928), Atelier Bonanova (Oviedo, España, 1942), Francisco Peralto (Málaga, España, 1942), Pablo del Barco (Burgos, España, 1943), Alfonso López Gradolí (Valencia, España, 1943), Juan de Loxa (Loja, España, 1944), Nel Amaro (Mieres, España, 1946), José Brú (Ax-les-Thermes, Francia, 1946), César Reglero (Tarragona, España, 1948), Gustavo Vega (León, España, 1948), Ramón Maruri (Santander, España, 1949), José María de Montells y Galán (Madrid, España, 1949), Ibirico (Marruecos [español], 1950), Xavier Canals (Barcelona, España, 1951), Joaquín Gómez (Montijo, España, 1951), Isabel Jover (Barcelona, España, 1951), Juan López de Ael (Quintanilla de San García, España, 1951), Antonio Montesino (Torrelavega, España, 1951), Justina Santana (San José de los Guajes, México, 1951), Josep Sou (Alcoi, España, 1951), J. M. Calleja (Mataró, España, 1952), Miguel Jiménez (Ávila, España, 1953), Javier Ramírez (Guadalajara, México, 1953), Raúl Bañuelos (Guadalajara, México, 1954), Dante Medina (Jilotlán de los Dolores, México, 1954), José Ruiz Mercado (Guadalajara, México, 1954)Julián Alonso (Palencia, España, 1955), Manuel Calvarro (Madrid, España, 1955), Raúl Ramírez (Guadalajara, México, 1955), Francisco Aliseda (Peñarroya-Pueblonuevo, España, 1957), Luis Fernando Ortega (Cd. de México, México, 1957), Ángela Serna (Salamanca, España, 1957) Baudelio Lara (Teocaltiche, México, 1959)Nieves Salvador (Alcalá de Chivert, España, 1959), Alberto Meillón (Colima, México, 1961), Arturo Ipiéns (San Luis Potosí, México, 1962), Óscar Tagle (Yanga, México, 1964) y Edna Cantoral (Cd. de México, México, 1976), Antonio Orihuela (Moguer, España, 1965), Yolanda Ramírez Michel (Morelia, México, 1965), Mauricio Ramírez (Guadalajara, México, 1966), Carmen Peralto (Málaga, España, 1967), Agustín Calvo Galán (Barcelona, España, 1968), Jorge Octavio Ocaranza (Guadalajara, México, 1969), Rafael Peralto (Málaga, España, 1969), Elizabeth Salgado (Morelia, México, 1970), Luis Armenta (Cd. de México, México, 1971), Margarita Valdivia Ávila (Guadalajara, México, 1972), Roberto Farona (Zafra, España, 1973), Fernando Toriz (Guadalajara, México, 1973), Augusto Valdés (Cd. de México, México, 1974), Eddie (J. Bermúdez) (Barcelona, España, 1975), José Landa (Campeche, México, 1976), Laura Calvarro (Huelva, España, 1982) y Víctor Villarreal Velasco (Guadalajara, México, 1984).

En su prólogo, se relata la génesis de la idea... el germen de la creación de esta antología, que era y es un auténtico tesoro:
Poema visual de Dante Medina en Ojos que sí ven
Dante Medina: Soneto mortalmente pesimista.

OJOS QUE SÍ VEN, ¡CÓMO VEN!

Ojos que no ven, corazón de no siente.
(Refrán popular)

Ojos que sí ven nació de una complicidad; casi de un azar. Equivale a decir, de un acto poético. Todo lo que se dio desde que nos conocimos Paco, Pepe, y Dante, para que abutiera en este libro. Es una historia llena de minuciosidades, y cada una de ellas era un click para el ojo malicioso de Paco Peralto, que olfatea poesía.
Hace un par de años, nos instalamos en Sevilla, Pepe y Dante, con la intención de realizar una antología de poesía andaluza contemporánea, que luego vio la luz con el nombre de Poesía viva de Andalucía. Habíamos contactado a muchos poetas por diversas vías: amistades cruzadas, referencias, lecturas. Entre ellos, al poeta malagueño Rafael Alcalá. A nuestra residencia de Sevilla llegó la obra de Alcalá, con una carta elegante y aristocrática de Paloma, su mujer, en la que, llena de prudencia, nos hablaba de un poeta, algo huraño, escamado con todos los círculos del poder, y estupendo, ¿era posible atreverse a presentarnos su obra? Unos días después, el correo nos trajo una joya de más de mil páginas, Ritual, de Francisco Peralto. Fue el primer eslabón de una cadena que fuimos uniendo, los tres, Pepe, Paco, y Dante.
Poema visual de Raúl Renán, en la antología de poesía experimental Ojos que sí ven
Raúl Renán: sin título.
El año pasado, volvimos a Andalucía, para presentar el libro de poemas ya publicado. Les informamos a los poetas de Sevilla, Granada, Córdoba, Málaga, Almería, Cádiz, Huelva, Jaén, de los días, las ciudades, los lugares de las presentaciones, pidiéndoles participar leyendo obra suya incluida en la antología. Paco Peralto contestó diciendo que él en Málaga ni leería ni iría, pero que se desplazaría a Sevilla, para conocernos. Fue el segundo eslabón de la cadena. Nos citamos en un bar de la calle Mateos Gago, mirando para La Giralda. Tomamos un vinillo tan estupendo, que no tuvimos más remedio que hacernos amigos, en honor a que simpatizamos de inmediato.
Buscando el tercer eslabón de la cadena que aún ignorábamos, nos fuimos como tres alegres compadres a la presentación del libro a La Carbonería, con otro buen Paco, Paco Lira. Fue memorable y entrañable la noche. El encuentro con estupendos amigos: Chus Cantero, Antonio Orihuela, Uberto Stabile, Daniel Pielfort... Leyeron grandes poetas. Peralto estaba tan luminoso, tan poeta, que de la despedida, Pepe y Dante todavía tenemos guardado el abrazo que recibimos aquella noche. 
Habría que irse comprando un alhajero, nos dijimos los tres, para tanto metal precioso, y ponerle llave. Una llave que Paco Peralto ya estaba forjando en Málaga, donde nos aguardaba para invitarnos a desayunar chocolate con churros, con la inconfesada diablura de amarrarnos a su corazón por un camino que él le enseñó a Mefistófeles para que sedujera a Fausto: la tentación. ¿Cómo un par de escritores, Pepe y Dante, no iban a babear como perritos mansos, sy Paco —hasta esta "y" equivocada se nos fue por recordar ese día— nos llevó a ver su imprenta, su editorial Corona del Sur (donde «todo se hace, menos el papel y la tinta»), sus encuadernaciones, los ojos de su hija Carmen, la cordialidad de su hijo Rafael, la sonrisa de su esposa Margarita, su casa física y del alma entera? Y luego, un ejemplar en el cofre de sus tesoros bibliográficos, de Poesía viva de Andalucía, encuadernado por él, un artífice reconocido nacionalmente como labor master del arte de hacer libros de esos que gritan: «mírenme y sí me toquen», encariñados.
Poema visual de Francisco Peralto en la antología Ojos que sí ven
Francisco Peralto: Al sur de todo.

Al regreso de esas delicias (once de octubre de 2007, Málaga), en el coche, Paco Peralto dijo: «¿Y por qué no hacemos, juntos, un libro de poesía visual española y mexicana?» ¿A qué venía esa ocurrencia, de qué taller de orfebrería salió ese eslabón de la cadena encadenándo-nos, encadenándo-se? ¡Sí, claro, se podía ver para los que sí ven, era cuestión de ver! En el 2006, Paco nos preguntó si en Poesía viva cabería la poesía visual. Claro que cupería, ¿cómo no iba a cuper? Entonces nos recomendó obra de su hija Carmen, obra que no necesitaba recomendación y pasó por la puerta grande del libro abierto. Y como el 2006 fue un año tan generoso, Paco nos preguntó a Pepe y a Dante si teníamos poemas visuales para su volumen FVP. Octubre libre. Primera antología de poemas mail art. Contestamos, parados de pestañas de gusto, que sí. 
Y entonces apareció un eslabón hermoso, eslabón del que la gente se ríe porque sólo le ve el lado cómplice, y no el perfil camaradería: entre viajeros cruzándose en el camino, entre cosechadores de aceitunas, entre peregrinos a la Biblioteca; ese «si me lees, te leo», fue mágicamente transformado —¡y cínicamente, también: poeta sin cinismo es versificador!— en «si me antologas, te antologo». Así que «ton's qué?», dijo Paco, «hacemos el libro», y no era una pregunta sino una respuesta-orden. Y para que no nos bajara de su coche y nos llevara hasta el hotel sanos y salvos, Pepe dijo, rápidamente, «sí» en defensa propia, y Dante dijo, secundando, «Ojos que sí ven». «¿Qué?», dijo Paco. Que sí, que vale, que órale con el libro, y que el título sería «Ojos que sí ven».
«¡Ah!», dijo Paco, por aprobación del título, que no entendía cabalmente pero que le gustaba. «¡Ah», dijo Pepe, que sí entendía el título cabalmente y por eso le encantaba. «En México hay un dicho», dijo Dante, que dice: «Ojos que no ven, corazón que no siente». La poesía visual sí ve, por eso siente. ¡Voilà el broche de la cadena!
Atelier Bonanova, poema visual, Ojos que sí ven
Atelier Bonanova: Sin título.
El regalo, lector, para ti y para nosotros, fue que los poetas aceptaran generosamente jugar con nosotros el juego. Que nos permitieran sus poemas para completar esta baraja que ahora tocan nuestras manos —mejor dicho: sostienen. Creemos a esta aventura digna de las veleidades de un casino (el azar, otra vez, y esa palabrita, brujilla y brujulilla de las existencias: casualidad): que un ingeniero y artista se deje llevar por lo inestable (Pepe Brú), que un tipógrafo y poeta soporte las barbaridades lingüísticas de este prólogo (Paco Peralto), que un escriturador y mitómano recurra al refugio antiaéreo diciendo las palabras Cortázar y Vallejo (Dante Medina); tres poetas disímbolos trabajando juntos, en armonía de orquesta, aceptando invenciones, caprichos, antojos, apetencias, y cualquier otra cosa que sea imposible confesar. Para que aquella fiesta acabe en un libro de funambulescos invitados que aquí están, hace falta más que un milagro: una cadena de eslabones maravillosos, que llamaremos, para no discutir, poemas. 

Dante Medina, José Brú, Francisco Peralto
Guadalajara, México – Málaga, España

Francisco Aliseda, Carmen Peralto, José Brú, Francisco Peralto, Dante Medina, Antonio Orihuela, Rafael Peralto y Manuel Calvarro en Edita 2010 para la presentación de Ojos que sí ven, antología de poesía experimental
En Punta Umbría, para la presentación en Edita 2010. De izquierda a derecha: Paco Aliseda, Carmen Peralto, José Brú, Francisco Peralto, Dante Medina, Antonio Orihuela, Rafael Peralto y Manuel Calvarro.

Título: Ojos que sí ven. Antología de poesía experimental de México y España.
Autores: José Brú, Dante Medina, Francisco Peralto.
Editorial: Corona del Sur.
ISBN: 978-84-92947-66-9.
Precio: 30 €.

viernes, 23 de diciembre de 2016

"Antojitos": textos de un viaje a Jalisco y Guanajuato de Carmen Peralto

Guanajuato, foto original de Carmen Peralto.
Ilustración: "Guanajuato" de C. Peralto.
En 2010 salió de nuestro taller la antología de poesía visual "Ojos que sí ven. Antología de poetas experimentales de México y España". Los autores y antólogos eran José Brú, Dante Medina y mi padre, Francisco Peralto. 55 poetas visuales seleccionados (del libro y de los poetas, y de los poemas trataré en otra entrada). La antología se presentó en "Edita 2010" (Punta Umbría, Huelva) y meses más tarde, por invitación de Dante y José, pudimos cruzar el charco (mi padre envió a mi hermano y a mí en su lugar) y mostrarla en  Guadalajara, en el corazón del estado de Jalisco.
Por aquello y por eso de no desaprovechar ocasiones, surgió la oportunidad de conocer brevemente esa parte de México tan rica: el México del Tequila y de las minas de plata. Y el México del Pacífico al que vi por primera vez en mi vida en esos días.


Así surgieron estos "Antojitos", porque... soy muy antojadiza. No están todos, pero sí una buena parte... unas gotas de esos antojos.

Espero que los disfrutéis.
Capítulo II
donde se relatan
LAS VISIONES
DE UN HOMBRE EN LLAMAS

Hoy vi un hombre en llamas,
rojizas, fulgurantes, arropándolo.
Ese hombre gira en torno a las miradas,
provocando una sorprendente ilusión óptica.
Su cuerpo es tea, sus brazos antorchas
hacia el cielo de Jalisco.
Me tumbo en el banco de observación
y el hombre en llamas danza conmigo,
y crepita hasta alcanzar un fuego eterno.




Capítulo III
donde se relatan
ANTOJITOS Y OTROS

Colección de antojitos de verano,
mar de aluvión y Pacífica Clara.
Ceviches y pícaros camarones de coctel.
Ranchos verdes y frondosos,
casas de colores. Helados de tequila.
Plazas con iglesias y cúpulas con ángeles.
Hombres de fuego y tierra labrada.
Lluvia tropical. Barro de la primera creación.


Capítulo IV
donde se describen
LOS COLORES DE GUANAJUATO

Almíbar de azúcar derretido.
Nubes rosas que llueven color puro.
Azules infinitos. Naranjas vibrantes.
Rosa, verde,
el ocre sube en las callejas.
Desde la más negra oscuridad
de la ciudad subterránea,
estallan y tiemblan las pupilas
con luces multicolor.
Casas en caramelo, jengibre,
verde menta y azafrán.

Carmen Peralto en Guanajuato.
Viendo los colores de Guanajuato.









Capítulo VI
donde se describe
LA CIUDAD DE LAS IGLESIAS

Arquitectura de las nubes. Cúpulas azules.
Canto de estrellas intramuros.
Santos policromados,
inocentes cabelleras azabache.
Cera derretida. Plegaria sorda.
Barroco en Guanajuato.



Capítulo VII
donde se relata lo sucedido durante
DOCE HORAS Y TRES TEQUILAS

No sabía. No sabía que nos llevaría llegar
doce horas y tres tequilas.
Ruta panorámica, nos dijo Dante,
para que veáis la selva y la montaña.
Y las nubes de cerca, y la llovizna,
y la niebla densa.
Sierra Madre. Cobijo de todo lo vivo.
Nacimiento de curvas y senderos.
Entre giro y giro de carretera,
entre tímida lluvia y aguacero
alumbrábamos con sorbos de tequila
esas horas largas. Un par de paraditas
en el camino: José y su coche
con las yantas ponchadas, ¿una cervecita?
Y entre nube y nube,
gotas de tequila para llegar
al buen Puerto Vallarta.

Doce horas y tres tequilas, poema visual de Carmen Peralto
Poema visual de C. Peralto.
Capítulo IX
donde se relata
UNA TRAVESÍA PACÍFICA

Amanece entre nubes en la Bahía de Banderas.
Media luna cerrada el horizonte. Vuelves
al naufragio y a la marea. Grumetes alegres
gritan al pie del micrófono.
Cargados vamos y preparados para la travesía,
el mar dulce y manso bajo la quilla.
Caen las primeras gotas en Quimixto...
Bailan los pelícanos repletos y felices.
De regreso, azules delfines saltan alborozados
mientras el tequila corre en cubierta.


Capítulo X
donde se relata
UN ATAQUE DE PIMIENTA

El balcón de Nacho se abre al mar
y en su aire cabalgan corceles de madera,
presumidos maniquíes de exposición,
con encaje de pitiminí y boquitas pintadas.
Perlas de los mares del Sur.
Sillones de barbero, pinturas multicolores
de Vallarta.
Pero abajo, y bajo la mesa y el café con leche,
la pequeña Pimienta se prepara, ladra,
se remueve en inquietas cabriolas,
nos mira con ojillos traviesos
e infructuosamente, intenta echarnos
de su pequeño mundo perfecto.

Balcón del chef Nacho Cadena (Puerto Vallarta).

martes, 20 de diciembre de 2016

"Mindfulness y su efecto sobre las emociones", por David Salinas


Venus contemplativa. Poema visual de Carmen Peralto. Mindfulness
Venus contemplativa, poema visual de C. Peralto
Mindfulness no es sólo una palabra que se ha puesto de moda. En realidad, el Mindfulness es tan antiguo como la destreza para manipular objetos o la capacidad de sincronizar los movimientos de nuestras extremidades, en tanto en cuanto podemos entender el Mindfulness como una habilidad: la de prestar atención al momento presente, sin atender a pensamientos distractores (juicios, críticas, rumiaciones…) que desviarían nuestra atención de ese momento.

Es decir, Mindfulness no es Budismo, no es una escuela, una corriente, un negocio… Mindfulness es una habilidad para usar una capacidad cognitiva innata, la atención, para focalizarla y mantenerla sobre un estímulo que se está desarrollando en el aquí y ahora. Como habilidad, es susceptible de ser entrenada, desarrollada y aplicada. Y de eso se ha encargado la doctrina filosófico-religiosa del Budismo durante miles de años, a través de los ejercicios de meditación oriental tradicionales que se practican en sus escuelas. Hoy, conocedores de los beneficios para la salud mental de estos hábitos, empezamos a "occidentalizarlos", despojándolos de misticismos y dogmas de fe. No hay nada en lo que creer, si uno no quiere, para practicar Mindfulness. Simplemente aceptar lo que es, la realidad percibida, sin más.

El psicólogo argentino Martín Reynoso, experto en Mindfulness, nos dice: "cuando la mente no está enfocada en una tarea específica, divaga, se mueve de un lado a otro". Es decir, podemos estar continuamente pensando en el pasado y en el futuro. Los estudios psicológicos que relacionan los pensamientos sobre el pasado con la depresión, y los que relacionan los pensamientos anticipatorios con la ansiedad, nos dicen que ni en un sitio ni en otro, somos felices.

Mindfulness, por Carmen Peralto
Centrarnos en el aquí y el ahora, son las raíces del Mindfulness moderno. Ilustración: C. Peralto.


De ahí la importancia de entrenar, desarrollar y aprender a aplicar esta maravillosa habilidad que tenemos: para librarnos del secuestro emocional de las rumiaciones y las anticipaciones. ¿Cómo se hace? A través de ejercicios de meditación sobre todo: escogemos un estímulo de meditación (nuestra respiración, una vela, un sonido…) y prestamos atención plena sobre él, sin rechazar las sensaciones, pensamientos y emociones que sobrevengan, sino aceptándolas plenamente. La premisa de la que se parte nos la da Ajahn Chah, considerado uno de los grandes maestros de meditación del Siglo XX: "aparezca lo que aparezca, simplemente obsérvalo".

Sin embargo, sucede que lo que suele aparecer no son sólo estímulos del exterior. Los eventos de nuestro interior, nuestros pensamientos y sentimientos, son también estímulos que llegan a nuestro cerebro. Así, la Terapia Cognitiva parte de la premisa de que una emoción no es el resultado directo de la exposición ante un estímulo, sino de la interpretación que hago sobre ese estímulo. Si la interpretación que hago tiene una valoración negativa alta, mi emoción tenderá a ser intensa y dolorosa.

Pero, si asumimos que las emociones son también estímulos, susceptibles por tanto de ser interpretados y valorados por nuestra mente, se reproduce el proceso: de nuevo, según qué piense sobre ese estímulo, se desencadenará una nueva emoción, o se intensificará o aliviará la emoción antigua.

Poema visual de Carmen Peralto para ilustrar el Mindfulness,
Yoga es detener o acallar las fluctuaciones de la mente. Yoga y mindfulness... la lucha contra nuestras propias batallas mentales. (Visual de C. Peralto).

Sobre esta base se ha empezado a aplicar el Mindfulness sobre las emociones. Desde que un estudio del Journal of Internal Medicine demostrara que 30 minutos al día de Mindfulness podían aliviar los síntomas de depresión y ansiedad, se han multiplicado las investigaciones al respecto, encontrándose resultados similares. Y cabe destacar el interés que ha tomado la Psicología Positiva (corriente psicológica centrada en el estudio del bienestar y las fortalezas personales) por conocer y divulgar la práctica y beneficios del Mindfulness a distintas áreas de la sociedad: empresa, educación y salud.

¿Pero qué distingue en realidad la meditación tradicional, del Mindfulness en las emociones? Simplemente en que al observar el momento presente sin juicios que actúen como interferencias, aceptamos plenamente nuestro mundo interior (pensamientos y emociones) como parte de ese momento, como elementos del aquí y ahora, y no los rechazamos ni evitamos ni intentamos suprimirlos.

La investigación psicológica nos demuestra que tratar de reprimir un pensamiento hace que venga más fuerte, intentar suprimir una emoción hace que se sobredimensione. Aceptar el pensamiento y la emoción como lo que son, sin resistencias ni identificaciones, nos permite no ponernos peor cuando nos sentimos mal.

* * * * *

David Salinas es Licenciado en Psicología con especialización Clínica por la Universidad de Málaga. Autor del libro Prevención y afrontamiento del estrés laboral. Titular del Gabinete de Psicología Positiva. Ha creado, desarrollado e impartido cursos de gestión del estrés, liderazgo y motivación en empresas, y colaborado con la Fundación Eduardo Punset, Proyecto Hombre y Asociación Arrabal. Actualmente también imparte talleres de Psicología Positiva, Inteligencia Emocional y Autoestima, en suconsulta privada. Más info aquí.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Profundizando en la práctica de ashtanga yoga. Taller con José Carballal

Altar ashtanga del taller de José Carballal con foto de Carmen Peralto
Guruji y su altar (foto de C. Peralto)
Terminando noviembre y con las primeras lluvias del otoño, concluyó el taller que José Carballal, de Mysore House Madrid impartió en Esana Yoga (Sevilla) sobre la práctica y profundización en ashtanga yoga.

“Ahstanga yoga no es lo que parece” (una de las etiquetas que más se repite en la redes sociales de Mysore House Madrid) y menos aún, lo que nos quieren hacer ver quienes no lo han practicado nunca, lo abandonaron hace años para hacer otros “ashtangas” modificados según sus criterios, o directamente, sufren un terrible desconocimiento.

En el primer fin de semana, se abordaron la mayor parte de los aspectos físicos..., que es la porción que se ve fácilmente. En el segundo..., la espiritualidad, los obstáculos, los bloqueos...


En estos días intensos de ashtanga en Sevilla, José Carballal nos ha querido transmitir, sobre todo, o al menos en mi opinión, lo que es el respeto y la devoción a una práctica y a unos profesores. Un respeto y devoción profundos y un amor, sin lugar a dudas, verdadero.

Hacia una práctica física cómoda y estable.
Los Yoga Sutras son la base teórica o filosófica de la práctica de ashtanga. Y es en los Yoga Sutras escritos por el sabio Patanjali donde se recomienda una práctica constante, durante un período de tiempo prolongado, sin expectativa de resultados. Estas condiciones son absolutamente indispensables para una evolución interior verdadera. 
De estos antiguos aforismos surge el concepto de Ashtanga (Ashto significa ocho y anga significa práctica).
Patanjali nos enseña que las ocho etapas deben ser practicadas en orden para purificar y acoplar la mente, el cuerpo y alma, así al final del viaje será posible recoger los frutos del árbol del Yoga.

Ilustración de Carmen Peralto: Las ocho ramas del yoga
Las ocho ramas del yoga (ilustración: C. Peralto)
  • Yamas (códigos morales, comportamiento)
  • Niyamas (purificación personal y estudio)
  • Asana (postura)
  • Pranayama (regulación de la respiración)
  • Pratihara (control sensorial)
  • Dharana (concentración)
  • Dhyana (meditación)
  • Samadhi (contemplación realización personal o estado de felicidad o iluminación).
En palabras del propio Pattabhi Jois, las cuatro primeras ramas son “externas”, donde nos es posible corregir o modificar..., las restantes son “internas”, imposibles de corregir.


Las asanas, como nos contaba José Carballal, se basan en un principio básico, reflejado en otro de los Yoga Sutras: 


A la hora de la práctica del ashtanga yoga, debemos tener en cuenta este precepto e igualmente, debemos intentar lograr “tristana”:
  • Respiración: Inhalación y exhalación con la misma duración.
  • Bandhas (Mulabandha, Uddiyana Bandha y Jalandhara Bandha).
  • Dristis o puntos adonde se dirige la mirada en cada postura. (punta de la nariz, entrecejo, ombligo, palma de la mano, pies, hacia la derecha o hacia la izquierda, pulgares, hacia arriba).
La consecución de las posturas o incluso, la práctica recomendada (6 veces en semana, “asanas son 2 horas, yoga…24” en palabras de Sharath Jois) se ve obstaculizada por múltiples factores de nuestra vida diaria, trabajar con esos obstáculos o con las excusas que nosotros mismos nos buscamos, también formó parte del Taller.  

José nos enseñó también a afrontar las asanas sin exigencias tiránicas, aunando una parte guerrera, una parte amorosa y otra con la diversión y la falta de expectativas con las que un niño enfrenta cualquier situación.

Tener una práctica de asanas suave con nosotros mismos, individual, sin que tengamos en cuenta el nivel de los que nos rodean, sin altibajos emocionales según nos haya ido ese momento..., con desapego de los resultados buenos o malos, pero planteándonosla desde la seriedad y la honestidad.

José Carballal finalmente nos quiso transmitir la experiencia de una clase guiada en Mysore. Las sensaciones que ha experimentado en todos estos años de ashtanga con su maestro Sharath Jois... y la emoción surgía profunda cuando nos mostraba imágenes o grabaciones de Pattabhi Jois, ese hombre que sólo he conocido por videos o fotos, con pinta de buena persona, sencilla, que de pequeño escapaba de su pueblo para ir a tomar clases con Krishnamacharya, que pasó años de necesidades y escasez cuando comenzaba con sus clases de yoga (casi sin alumnos), que mucho más tarde consiguió fama, reconocimiento y respeto, y que hizo de Mysore un lugar fundamental del mapa del yoga en el mundo...

Pattabhi Jois y su KPJAYI, en Mysore (foto: José Carballal).

Y nos adentramos en Mysore...


...en las calles de Gokulam..., el polvo o el barro, según la época del año, los olores, las fragancias intensas de las flores, los colores de los vestidos y de los dioses, el escándalo de bicis, motos, camiones, animales..., el vendedor de coco o de mango vociferando... Seguíamos andando hasta el número 235...y subíamos las escaleras sembradas de zapatillas y chanclas por todos lados... y aún ni había amanecido... y entrábamos en la sala... y finalmente, sobre la esterilla, en Samasthiti, Guruji recitaba el mantra:


y la práctica continuaba con una clase guiada por Sharath Jois..., y poco a poco, los sonidos de Mysore se mezclaban en mi cabeza con los de las calles de Sevilla y me sentía en un limbo, en un universo extraordinario, porque me sentía allí aún estando en nuestra Andalucía. Y ya no era el claxon de la motocicleta… eran las campanas de las iglesias cercanas, fundidos ambos en conexión perfecta. Y en el camino de vuelta, la lluvia nos seguía acompañando, pero era una lluvia esplendorosa, refrescante y vigorizadora, porque volvíamos llenos de inspiración y buenos momentos.


Muchas gracias José por compartir tus conocimientos y parte de tu propia experiencia. Parampara, Guruji, Sharath, Mysore…

Ashtanga yoga no es lo que parece. Y quien quiere verlo…lo ve.