> Vida sana y creativa: Helado de mango y nectarina sin heladera

martes, 20 de junio de 2017

Helado de mango y nectarina sin heladera


Este verano, estoy decidida a hacerme mis propios helados y sorbetes. Estoy recopilando info sobre las maneras y cómo poder hacerlos y que resulten cremosos, sin heladera (aunque en mis planes está el comprármela).

Después de mirar aquí y allí y animada por lo buenísimo que me salió el Lassi de mango, busqué y personalicé después mi receta de Helado de mango sin heladera.

Todas las opciones que he visto coinciden en dos ingredientes principales: leche condensada y nata. Lógicamente... ingredientes ambos que engordan bastante pero a la vez, imprescindibles -casi- para que sea "helado" y no "sorbete". Suprimí algo de la nata y la sustituí por un yogur griego, próximamente haré la prueba sin emplear la nata y sí los yogures, que ya la incorporan en parte.
También es importante la miel, porque evita en parte la cristalización en hielo...

Usé de materia prima una bolsita de mangos congelados del mercadona (genial la solución cuando no encuentras mangos perfectos o económicos) y un par de nectarinas que estaban más maduras de la cuenta para mi gusto. Así que este helado es de mango y nectarina y sin ningún tipo de colorante o saborizante añadido.


Ingredientes:

  • Mangos o una bolsa de mangos congelados del Mercadona (la cantidad que se desee, al gusto).
  • 2 nectarinas.
  • 300 gmrs. leche condensada.
  • 200 grms. de nata para montar 35 % MG.
  • 1 yogur griego.
  • Un par de cucharadas de miel.
  • 1 huevo.

Elaboración:
  1. Montar la nata con el recipiente y la propia nata muy fría.
  2. Trocear el mango y las nectarinas, o verterlo de la bolsa en un recipiente para triturarlo.
  3. Triturar todo.
  4. Incorporar a la nata, junto con el resto de los ingredientes y mover con suavidad con una espátula, para no bajar demasiado la nata.
  5. Verter en un molde apto para el congelador.
  6. A la hora, remover un poco la mezcla.
  7. Volver a hacer lo mismo durante un par de horas seguidas.
  8. El helado en ese momento tiene una cremosidad perfecta y una textura deliciosa.

¡Y a disfrutar!

Nota: En una próxima versión aromatizaré parte de la nata con un par de semillas de cardamomo. Pienso que al mango le vendrá perfecto ese juego de sabores.