> Vida sana y creativa: "Antojitos": textos de un viaje a Jalisco y Guanajuato de Carmen Peralto

viernes, 23 de diciembre de 2016

"Antojitos": textos de un viaje a Jalisco y Guanajuato de Carmen Peralto

Guanajuato, foto original de Carmen Peralto.
Ilustración: "Guanajuato" de C. Peralto.
En 2010 salió de nuestro taller la antología de poesía visual "Ojos que sí ven. Antología de poetas experimentales de México y España". Los autores y antólogos eran José Brú, Dante Medina y mi padre, Francisco Peralto. 55 poetas visuales seleccionados (del libro y de los poetas, y de los poemas trataré en otra entrada). La antología se presentó en "Edita 2010" (Punta Umbría, Huelva) y meses más tarde, por invitación de Dante y José, pudimos cruzar el charco (mi padre envió a mi hermano y a mí en su lugar) y mostrarla en  Guadalajara, en el corazón del estado de Jalisco.
Por aquello y por eso de no desaprovechar ocasiones, surgió la oportunidad de conocer brevemente esa parte de México tan rica: el México del Tequila y de las minas de plata. Y el México del Pacífico al que vi por primera vez en mi vida en esos días.


Así surgieron estos "Antojitos", porque... soy muy antojadiza. No están todos, pero sí una buena parte... unas gotas de esos antojos.

Espero que los disfrutéis.
Capítulo II
donde se relatan
LAS VISIONES
DE UN HOMBRE EN LLAMAS

Hoy vi un hombre en llamas,
rojizas, fulgurantes, arropándolo.
Ese hombre gira en torno a las miradas,
provocando una sorprendente ilusión óptica.
Su cuerpo es tea, sus brazos antorchas
hacia el cielo de Jalisco.
Me tumbo en el banco de observación
y el hombre en llamas danza conmigo,
y crepita hasta alcanzar un fuego eterno.




Capítulo III
donde se relatan
ANTOJITOS Y OTROS

Colección de antojitos de verano,
mar de aluvión y Pacífica Clara.
Ceviches y pícaros camarones de coctel.
Ranchos verdes y frondosos,
casas de colores. Helados de tequila.
Plazas con iglesias y cúpulas con ángeles.
Hombres de fuego y tierra labrada.
Lluvia tropical. Barro de la primera creación.


Capítulo IV
donde se describen
LOS COLORES DE GUANAJUATO

Almíbar de azúcar derretido.
Nubes rosas que llueven color puro.
Azules infinitos. Naranjas vibrantes.
Rosa, verde,
el ocre sube en las callejas.
Desde la más negra oscuridad
de la ciudad subterránea,
estallan y tiemblan las pupilas
con luces multicolor.
Casas en caramelo, jengibre,
verde menta y azafrán.

Carmen Peralto en Guanajuato.
Viendo los colores de Guanajuato.









Capítulo VI
donde se describe
LA CIUDAD DE LAS IGLESIAS

Arquitectura de las nubes. Cúpulas azules.
Canto de estrellas intramuros.
Santos policromados,
inocentes cabelleras azabache.
Cera derretida. Plegaria sorda.
Barroco en Guanajuato.



Capítulo VII
donde se relata lo sucedido durante
DOCE HORAS Y TRES TEQUILAS

No sabía. No sabía que nos llevaría llegar
doce horas y tres tequilas.
Ruta panorámica, nos dijo Dante,
para que veáis la selva y la montaña.
Y las nubes de cerca, y la llovizna,
y la niebla densa.
Sierra Madre. Cobijo de todo lo vivo.
Nacimiento de curvas y senderos.
Entre giro y giro de carretera,
entre tímida lluvia y aguacero
alumbrábamos con sorbos de tequila
esas horas largas. Un par de paraditas
en el camino: José y su coche
con las yantas ponchadas, ¿una cervecita?
Y entre nube y nube,
gotas de tequila para llegar
al buen Puerto Vallarta.

Doce horas y tres tequilas, poema visual de Carmen Peralto
Poema visual de C. Peralto.
Capítulo IX
donde se relata
UNA TRAVESÍA PACÍFICA

Amanece entre nubes en la Bahía de Banderas.
Media luna cerrada el horizonte. Vuelves
al naufragio y a la marea. Grumetes alegres
gritan al pie del micrófono.
Cargados vamos y preparados para la travesía,
el mar dulce y manso bajo la quilla.
Caen las primeras gotas en Quimixto...
Bailan los pelícanos repletos y felices.
De regreso, azules delfines saltan alborozados
mientras el tequila corre en cubierta.


Capítulo X
donde se relata
UN ATAQUE DE PIMIENTA

El balcón de Nacho se abre al mar
y en su aire cabalgan corceles de madera,
presumidos maniquíes de exposición,
con encaje de pitiminí y boquitas pintadas.
Perlas de los mares del Sur.
Sillones de barbero, pinturas multicolores
de Vallarta.
Pero abajo, y bajo la mesa y el café con leche,
la pequeña Pimienta se prepara, ladra,
se remueve en inquietas cabriolas,
nos mira con ojillos traviesos
e infructuosamente, intenta echarnos
de su pequeño mundo perfecto.

Balcón del chef Nacho Cadena (Puerto Vallarta).