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viernes, 15 de enero de 2021

Mantra de Invocación a Patañjali

Reproducimos el texto que Geeta S. Iyengar publica en el año 2000, dentro del llibro: "Yogadhara; In Commemoration of the 80th Birthday Celebration of Yocarya B.K.S. Iyengar", en ella nos explica el significado del Mantra de Invocación a Patanjali, que además se recita usualmente en cualquier clase de Yoga Iyengar.

  Ahora déjenme decirles acerca de la invocación a Patañjali, su significado y simbolismo.

 Ahora déjenme decirles acerca de la invocación a Patañjali, su significado y simbolismo. La invocación comienza con Aum. Aum es el sonido primordial, un adi nada (sonido original) melódico, sonoro y sublime. Las tres sílabas A, U, M representan la gama entera del sonido y la creación. Representan el despertar del sueño y de los estados letárgicos de la conciencia. La media luna simboliza el estado transcendental. Aum es pranava que significa elevado, insuperable alabanza al principio supremo, la divinidad. Según Patañjali esto simboliza Isvara, la divinidad "tasya vacakah pranavah”. Siendo la fuente de todas las energías Aum se expresa como un principio auspicioso. Ninguna actividad sagrada será completa, profunda y perfecta sin efectuar la suprema bendición y Aum es la mayor invocación para conseguirla.

Como la música es uno de los mejores medios para expresar sentimientos, amor y devoción, se comienza así con el Aum. La invocación que cantamos primero es como sigue:

Yogena cittasya padena vacam
malam sarirasya ca vaidyakena
yopakarottam pravaram muninam
Patanjalim pranjalir anato'smi

Significado: Al más noble de los sabios, Patañjali, que nos dio el yoga para la serenidad de la mente, la gramática para la pureza de la lengua y la medicina para la perfección del cuerpo, te saludo.

La segunda parte describe la imagen de Patañjali:

abahu purusakaram
sankha cakrasi dharinam
sahasra sirasam svetam
pranamami Patanjalim.

Significado: Primero te honro, Patañjali, en cuya parte superior tienes forma humana, en cuyos brazos sostienes una concha, un disco y una espada, quien estás coronado por una cobra de mil cabezas. ¡Oh! encarnación de Adisesa mi humilde saludo a ti.

Los autores de esta invocación son realmente desconocidos. Nunca fue la costumbre en aquellos días mencionar el nombre de uno mismo como autor o escritor. Sin embargo, algunos libros tradicionales mencionan que abahu purusakaram fue escrito por el rey Bhojadeva en el 1.100 d.C., autor de Rajamartanda Vrtti, un comentario de los Yoga Sutras.

Cada aspecto de la estatua de Patañjali lleva un significado como las intrincadas palabras de los sutras.


Cuando uno mira detenidamente a la imagen del Sabio Patañjali ve las tres espiras y media por debajo del ombligo. Las tres espiras indican el Pranava Aum, un símbolo místico que transmite el concepto de Dios como generador, organizador y destructor. Representándolo como omnipresente, omnipotente y omnisciente. Aum es compuesto de tres sílabas, A, U y M con una media luna y un punto sobre la cima. Las tres espiras completas simbolizan las sílabas, y la media espira, la media luna. También representan los tres gunas de prakriti (naturaleza), concretamente sattva, rajas y tamas, un modo de aspirar al estado de trigunatita, que es el estado trascendental. El Sabio Patañjali invita nuestra atención hacia los tres tipos de aflicciones, concretamente  adhyatmika, adhibhautika y adhidaivika, que deben ser vencidas siguiendo el camino del yoga. Las tres espiras indican que Él es un maestro del yoga, de la gramática y del ayurveda. La media espira indica el logro del estado de kaivalya (emancipación eterna).

La concha, en la mano izquierda, significa el estado de alerta, de atención y de disponibilidad para afrontar obstáculos, que son inevitables en la práctica del yoga. Antaño la concha fue hecha sonar como una llamada de advertencia para afrontar desastres o calamidades tal como hoy se hace con sirenas. Es también un símbolo de jnana (conocimiento).

El disco, en la mano derecha, significa la destrucción de la ignorancia con el esfuerzo supremo y es un símbolo de protección. La espada, escondida en la cintura, indica el recorte del ego, del orgullo o sentido del yo que es el principal obstáculo que cubre al ser puro. Es una espada de jnana para vencer a ajnana (ignorancia). Estas tres armas también son indicadas para controlar las fluctuaciones mentales, remover los obstáculos y erradicar las aflicciones a través de la práctica del yoga.

La capucha sobre la cabeza es una seguridad y una protección de Adisesa, el rey de las serpientes. Esta protección siempre está presente en el practicante, a condición de que él se rinda al Señor, que es representado en atmanjali mudra, las manos plegadas en namaskara. El Bhagavatam narra la historia del nacimiento del Señor Krsna. Puesto que Vasudeva fue alertado por los Dioses del cielo, que su octavo hijo Krsna sería asesinado por Kamsa, él toma al niño Krsna desde Mathura a Gokul para protegerlo del demonio Kamsa. El río Yamuna fue inundado mientras llovía a cántaros. En aquel cruce Adisesa protegió a Vasudeva y al niño Krsna sosteniendo la capucha sobre ellos como un paraguas, e hizo un camino exactamente en medio del río, de modo que Vasudeva pudiera cruzar el río fácilmente. El Señor Patañjali indica con su capucha, que Él es nuestro protector, a condición de que nosotros destruyamos los males ocultos dentro de nosotros por la espada del yoga, purificándonos con el Sadhana yóguico.

Vasudeva, llevando en brazos a su hijo Krishna sobre las aguas del río Yamuna.

Las mil cabezas de cobra, sahasra sirasam svetam, indican que Patañjali se muestra como mitad hombre y mitad serpiente. La forma humana indica la individualidad del hombre, ya que Él ha sido dotado con la inteligencia para usar sus propios esfuerzos para alcanzar la meta. La forma de la serpiente sugiere el movimiento y la continuidad de Sadhana, que no puede terminarse hasta que el objetivo sea alcanzado.

Patañjali nos guía a movernos como una serpiente, intensa, silenciosa y veloz sobre la senda del yoga y ser un tivrasamvegin, el tipo definitivo de discípulo. Si han entendido el significado, ofrezcan sus rezos con una mente devota, de modo que sepan qué entiende el Sabio Patañjali por tajjapah tadarthabhavanam, que significa: reciten las oraciones conscientemente, repetidamente, con devoción.


* Texto extraido de "Yogadhara; In Commemoration of the 80th Birthday Celebration of Yocarya B.K.S. Iyengar" (2000).


sábado, 2 de enero de 2021

"El mecanismo fundamental del Yo: La autoidentificación



Javier García Campayo es profesor de Psiquiatría en la Universidad de Zaragoza, donde dirige el Master de Mindfulness, pionero sobre este tema en una universidad española. Reproducimos a continuación un fragmento de su libro: "Vacuidad y no dualidad: meditaciones deconstructivas del yo", publicado por Kairós.

Si alguien te pregunta «¿cuántos años tienes?», y pongamos que contestas: «cuarenta años», lo que estás diciendo es que tu cuerpo, con el que está identificando el yo en ese momento, tiene la edad descrita. No decimos «el cuerpo tiene cuarenta años», sino que «yo tengo cuarenta años». La tendencia a considerar que somos un aspecto de la experiencia global que tenemos en ese momento lo llamamos identificación.

Imagina que esa persona quiere saber «¿de qué religión eres?», y contestas: «agnóstico». El cuerpo no tiene ninguna religión. Ahí te estás identificando con tu mente, concretamente, con los pensamientos que hay en tu mente. De nuevo no contestas: «la mente es agnóstica», sino «yo soy agnóstico». Te has vuelto a identificar. Pero hay una discrepancia: ese pensamiento seguramente no tiene cuarenta años como tú y tu cuerpo, sino que es muy posterior, pongamos veinte años. ¿Por qué no dices que tienes veinte años si tú eres tus pensamientos? Porque para esa pregunta concreta de la edad te estas identificando con tu cuerpo, no con tus pensamientos.

También nos pueden interrogar: «¿Cómo estás de ánimo?», y puedes contestar: «Feliz». Realmente, es una emoción, un estado de la mente. Por cierto, poco duradero, quizá días o meses, pero no cuarenta años. Lo que pasa es que ahora te estás identificando con la mente, concretamente con las emociones que hay en ella, y no con el cuerpo. No dices: «La mente es feliz», sino: «Yo soy feliz».

Por último, te pueden preguntar «¿Qué deseas hacer por la tarde?» Y puedes contestar: «Ir al cine». Ahora te estás identificando con los impulsos o deseos de tu mente. Por cierto, igual tu cuerpo está muy cansado, porque por la mañana has hecho deporte. Entonces no piensas que «el cuerpo prefiere quedarse en casa», sino que «tú estás muy cansado». Cuando decidas si vas o no, ¿quién decide?, porque tú eres el cuerpo y eres los pensamientos de la mente.

Alguien pasa corriendo a tu lado y te propina un intenso pisotón en el pie. En realidad, han pisado tu cuerpo, pero tú dices: «Me has hecho daño». La sensación de dolor, sobre todo si es intensa, hace que la aparición del yo sea automática. Ahora te has identificado con las sensaciones, que pueden ser tanto corporales (dolor, picor, hormigueo) como de los sentidos (sonidos, olores, sabores, objetos visuales y sensaciones táctiles). 

En suma, el yo aparece por identificación con el cuerpo o con los cuatro fenómenos mentales o agregados, como los llama la tradición budista, que son: 

  1. Sensaciones (del cuerpo y de los sentidos),
  2. Pensamientos,
  3. Emociones y
  4. Impulsos o deseos.

Por tanto, el yo tendría que ser uno de esos cinco elementos o, como alternativa, el poseedor/observador de esos elementos.

Poema visual de Carmen Peralto
Ilustración: "Mascaradas" de C. Peralto
 

Ejercicio: entender la identificación del yo

Siéntate en una posición cómoda. Imagina cualquier pregunta que te pueda hacer otra persona sobre ti. Cuando respondes «yo... lo que sea», observa con qué elemento te estás identificando en ese momento.

Cuando buscas el yo, ¿puedes percibir que es exclusivamente alguno de estos cinco elementos? ¿O notas que, a veces, se identifica con cada uno de ellos, pero no con solo uno, y que va cambiando continuamente la identificación?

¿Hay alguna vez que no te identifiques con ningún elemento y contestes de forma impersonal? Seguramente, vas a contestar que no. Si es así, intenta entender por qué no. Y si es que sí. ¿qué sensación te produce cuando contestas de una forma impersonal?

¿Hay algún otro elemento diferente de estos cinco con el que el yo se pueda identificar?


Fuente: Garcia Campayo J. Vacuidad y No Dualidad: meditaciones deconstructivas del yo. Barcelona: Kairos, 2020.


martes, 15 de diciembre de 2020

¿Es el Yin Yoga , Yoga Restaurativo?

Sillín con apoyo. Buscamos estirar los cuádriceps, aunque el resto de nuestro cuerpo pueda relajarse en el soporte. (Foto extraída del temario formativo en Yin Yoga de Pranayoga Málaga. https://pranayogaformacion.es/yinyoga.html)

Tal vez sea uno de los conceptos más mal entendidos hoy en día, en que resulta habitual la oferta de “Yin Yoga” con un enfoque o una similitud al “Yoga restaurativo”, incluso uniendo los dos conceptos: “Clase de Yin Yoga restaurativo”.

Incluimos aquí la respuesta que da a esa pregunta Bernie Clark, y cuyo texto completo (en inglés) se puede encontrar en su web.

Yin Yoga, como estilo de yoga creado por Paul Grilley y el Yoga Restaurativo son prácticas muy diferentes con diferentes intenciones.

La siguiente respuesta se extrae de un artículo más extenso, ¿Yin Yoga o Yoga Restaurativo? 

Comencemos por definir nuestros términos para mayor claridad: el yoga restaurativo es una forma de práctica dirigida a estudiantes que están lesionados, estresados o enfermos, que necesitan una práctica muy suave y que buscan recuperar la calidad de vida que solían tener, pero que han perdido. Implica el uso de accesorios (a veces muchos accesorios) para permitir que el cuerpo se sienta totalmente apoyado, para permitir que el cuerpo se relaje y se suelte; mantener durante mucho tiempo estas posturas suaves, posturas que a menudo se seleccionan para abordar desafíos específicos; y profunda relajación mental y visceral. Esto suena muy parecido al yin en comparación con las prácticas de Hatha yoga similares al yang que incluyen movimientos dinámicos, compromiso muscular, trabajo de respiración activo o música energizante. Y es yin a este respecto, pero ¿es Yin Yoga?

 El Yin Yoga, como un estilo de yoga popularizado por Paul Grilley y Sarah Powers, no pretende ser un yoga restaurativo: abarca tensiones estáticas de larga duración de los tejidos conectivos profundos, lo que les permite remodelarlos.

Puede incluir accesorios e incluye tiempos en la postura prolongados y reducción consciente del estrés, pero no está destinado a curar cuerpos lesionados como lo hace el yoga restaurativo. Ahora bien, todos los Hatha yogas pueden ayudar a curar los cuerpos lesionados, pero podemos pensar como intención principal del Yin Yoga la de mantener el estado de salud actual o mejorarlo a niveles óptimos.

En resumen, y siempre es peligroso hacer breves definiciones dogmáticas, pero aquí va, el yoga restaurativo toma un cuerpo enfermo, lesionado, etc y lo devuelve (con suerte) a la normalidad, mientras que el Yin Yoga toma un cuerpo sano y lo lleva al nivel óptimo. Como se ve, es una cuestión de grado.

Cuando la intención de una práctica de yoga es lograr una salud óptima, se debe plantear la pregunta de qué tan profundo es el estrés del cuerpo. La respuesta se encuentra en la curva de Goldilocks, como se muestra en este gráfico: si se aplica muy poca tensión, los tejidos se atrofian. Si se aplica demasiado estrés, los tejidos se degeneran. Para algunos estudiantes, la intención no es una salud óptima sino un rendimiento óptimo: querrán llevar las posturas al máximo de sus límites físicos y emocionales. Esto puede ser apropiado para bailarines, gimnastas y deportistas cuyos trabajos requieren el máximo rendimiento, pero deben ser conscientes de que su elección tiene un coste: el máximo rendimiento se obtiene a expensas de una salud óptima. Habla con cualquier bailarín, gimnasta o atleta jubilado, y es posible que encuentres algunos de los cuerpos más destrozados.

¡Todos los tejidos necesitan estrés! Este hecho es uno que confunde la discusión sobre el uso del yoga como terapia. A un estudiante que sufre osteoporosis en la columna lumbar se le puede haber dicho que no ejerza presión sobre su espalda baja en absoluto, para asegurarse de que no se dañe la columna. Este consejo se ofrece con la mejor de las intenciones, pero puede que no sea el mejor consejo, porque, si no hay absolutamente ningún estrés en la columna, los tejidos seguirán atrofiándose. Pero claramente, demasiado estrés degenerará los huesos y provocará problemas peores. ¿Entonces qué es lo que hay que hacer? En estos casos, es mejor pensar en la curva de Goldilocks que se vuelve cada vez más estrecha y desplazada hacia la izquierda.

Observando este segundo gráfico el área de tensión segura para los tejidos dañados es muy pequeña y hay un margen de error mínimo entre muy poco estrés y demasiado. El punto es que todos los tejidos necesitan estrés, pero con una lesión o enfermedad, la cantidad adecuada de ese estrés cae en una banda muy estrecha. Es fácil ir demasiado lejos y lastimar al estudiante, pero es igualmente fácil decir "no hagas nada", lo que también lastima al estudiante.

El estudiante que viene a una clase de Yin Yoga puede estar totalmente justificado en querer tomar esta clase. Una clase de restauración puede no funcionar para ellos: puede ser demasiado suave, puede que solo tengan un área que necesite cuidados, pero el resto de su cuerpo quiere un entrenamiento regular, o quieren trabajar en los tejidos conectivos dañados y solo pueden obtener eso en una clase de Yin Yoga.

 
Postura de la mariposa con apoyo en un bolster. Podemos relajarnos en ese soporte pero siempre habrá un efecto de estrés o estiramiento en la zona afectada por esta asana. (Foto extraída del temario formativo en Yin Yoga de Pranayoga Málaga. https://pranayogaformacion.es/yinyoga.html)

Así que volvemos a nuestra pregunta básica: ¿Yin Yoga es lo mismo que el yoga restaurativo? ¡La respuesta es no! El yoga restaurativo es una práctica muy suave que no intenta estresar profundamente los tejidos y no saca al estudiante de su zona de confort normal. Yin Yoga es simple, pero simple no significa fácil: desafiará al estudiante y estresará los tejidos. Pero la respuesta también es "¡Sí!" Yin Yoga, cuando se ejecuta con cuidado y conciencia, puede aplicar un nivel de estrés adecuado de la curva de Goldilocks a los tejidos dañados y ayudarlos a recuperarse; por tanto, puede considerarse yoga restaurativo. Pero también pueden hacerlo muchas otras formas de yoga.

 

(Texto extraído de https://yinyoga.com/yin-yoga-is-simply-restorative-yoga/)

Foto superior: José Gelices. www.pranayogaformacion.es
Foto inferior: Carmen Peralto. www.pranayogaformacion.es

Para info sobre formaciones en Yin Yoga consultar https://pranayogaformacion.es/yinyoga.html   

domingo, 24 de mayo de 2020

El ciclo energético diario de la Medicina Tradicional China y la práctica de Yin Yoga


Según la Medicina Tradicional China, la energía de los órganos y vísceras tienen un punto de máximo funcionamiento o de plenitud y un punto de mínimo funcionamiento o de vacío. La energía fluye de forma cíclica, así estos meridianos tienen picos de actividad y descanso asimilados con las horas del día.

La energía circula por los meridianos en ciclos de 24 horas. Como existen 12 meridianos principales, cada meridiano estará en plenitud cada 2 horas, por lo que recibirá mayor cantidad de energía y de mejor calidad, y 12 horas más tarde estará en vacío y la energía que recibirá en ese momento será menor en cantidad y calidad. Esta transición de máximo a mínimo sucede paulatinamente. Desde el momento de vacío, volverá a ascender para estar en plenitud a las 12 horas siguientes.

Por lo tanto, todo síndrome de exceso empeorará en su horario de máxima y mejorará en su horario de mínima y todo síndrome de vacío mejorará en su horario de máxima y empeorará en su horario de mínima.

El comienzo de ese ciclo diario lo marca la salida del sol en cada momento del año y el órgano que marca su comienzo es el Pulmón. Una hora antes y una hora después de la salida del sol marcarán la plenitud del Pulmón. Esta será la mejor hora para hacer ejercicios de respiración o estirarse y respirar en profundidad. De esa forma, todo lo que respiremos en ese momento se acumulará a modo de batería que iremos gastando a lo largo del día. Durante esas horas, el Pulmón absorberá, metabolizará y transformará esa energía de forma mucho más rápida y eficaz.
Lo mismo sucede con el Estómago, cuya hora de plenitud es de 7 a 9 a.m. Es ahí cuando el Estómago absorbe, metaboliza y transforma los alimentos con más facilidad. Su hora de vacío es de 7 a 9 p.m. Por lo tanto es recomendable realizar una cena ligera.

El ciclo de los meridianos tradicionalmente va así:

Ciclo energético diario Medicina Tradicional China

P - Ig  - E - B - C - Id - V - R - Pc - Tr - Vb - H

El gráfico muestra las horas de máxima cantidad de energía disponible en cada meridiano/organo (hora solar) y de esa manera prevenir y controlar mejor el organismo.


La hora opuesta en el gráfico (12 horas después) será la hora de menor energía para ese mismo órgano. De esta forma cuando la energía de Pulmón está fuerte, por ejemplo, la de Vejiga en cambio será la que esté más débil.

03.00 a 5.00 horas: Pulmón. 
Dormir profundo. También recomendado para ejecutar ejercicios de Pranayama  acompañados de meditación, para mejorar la oxigenación del organismo y comenzar el día con la mente limpia y fresca. El pulmón en Medicina China es responsable de distribuir la energía vital más sutil.

• 05.00 a 07.00 horas: Intestino Grueso. Momento para levantarse, beber una taza de agua caliente y cumplir con necesidades naturales, realizar kriyas y shatkarmas. Es recomendable ejecutar masajes al abdomen para aquellas personas que sufran de estreñimiento y malestar del colon.

• 07.00 a 09.00 horas: Absorción de nutrientes en el Estómago. Ideal para tomar el desayuno y nutrir el organismo con buenos alimentos.

• 09.00 a 11.00 horas: Bazo y Páncreas (en Medicina China funcionan como un solo órgano) están activos, los alimentos son convertidos en sangre y energía para nutrir a los músculos. Las mejores horas para trabajar.

• 11.00 a 13.00 horas: Hora para el almuerzo. El Corazón, según la Medicina China, también nutre la mente y el espíritu, éste es también un horario para revitalizar el espíritu, conversar y compartir.

• 13.00 a 15.00 horas: El Intestino Delgado trabaja separando y distribuyendo los nutrientes digeridos. Se recomienda caminar un poco y combinar con masajes en el abdomen.

• 15.00 a 17:00 horas: Momento en el que la Vejiga trabaja. Estas son horas ideales para el trabajo o el estudio. En las horas de vejiga se puede aprovechar para tomar substancias que nos ayuden precisamente a la eliminación de toxinas y líquidos, sería aconsejable tomar tés o beber agua. El canal de vejiga es el más largo de todos y va desde la cabeza (ojos) y baja por la espalda hasta los dedos de los pies. Su hora nos reporta eficiencia en lo que estemos haciendo, son horas por lo general muy productivas para cualquier actividad.

• 17.00 a 19:00 horas: Riñones. En las horas de riñón (meridiano que está muy conectado con nuestros oídos) tiempo para las terapias..., meditación e introspección, hablar temas que tengan que ver con principios filosóficos y éticos, estudiar materias del espíritu, escuchar música. También es cuando el riñón acumula la esencia o energía vital.

• 19.00 a 21.00 horas: Pericardio o Maestro Corazón; este «órgano» impulsa la actividad amorosa y la sexualidad, también protege al corazón dándole inspiración, es una buena hora para actividades de grupo que reconforten las emociones compartidas con otros y el espíritu colectivo.

• 21.00 a 23.00 horas: Momento del SanJiao o Triple Calentador. Este es un «órgano» Chino que contiene todos los órganos internos, y que también se utiliza para localizar las partes del cuerpo. Comprende distintas funciones de oxigenación, circulación, digestión y asimilación energética. Durante esas horas, la fuerte energía Yin empieza a disminuir y la energía Yang a aumentar. Dormir es la mejor manera de acumular energía Yang. Se eliminan químicos innecesarios y tóxicos mediante el sistema linfático del organismo. Se recomienda estado de quietud.

• 23:00 a 01.00 horas: Vesícula Biliar. Dormir y relajarse.

• 01.00 a 03.00 horas: Hígado. La hora de mayor importancia para el descanso de la mente y el metabolismo, en este horario la energía del hígado limpia las emociones, la mente y la sangre. 

Y el ciclo se reinicia de nuevo a las 3 A.M. con el meridiano de pulmón.


Desde Yin Yoga en español  te proponemos realizar la secuencia que te incluimos, en la que hemos elegido una postura para cada órgano/meridiano. La puedes practicar en cualquier momento, de manera que establezcamos una práctica equilibrante. Igualmente puedes elegir tus propias asanas Yin, de entre las que afectan a cada meridiano (las puedes encontrar en nuestro Temario Formativo en Yin Yoga). (https://pranayoga formacion.es/yinyoga.html), y si quieres, puedes pedirnos la secuencia completa en pdf el email: infopranayogamalaga@gmail.com.

Las asanas elegidas son: si comenzamos desde Pulmón:

Alas abiertas - lazo con brazos de águila (Garudasana) - sillín con bolster  - mariposa con bolster  - anahatasana- el niño - el colgado - la rana - manos unidas en la espalda (paschima namaskar mudra) -  alas cruzadas - torsión espinal - bebé feliz.

Al realizar cada postura, recuerda focalizar tu atención en el área objetivo de cada asana, tus sensaciones o en tu respiración, para que obtengas todos los beneficios de esta maravillosa práctica.

Fuentes: 
"Acupuntura bioenergética y Moxibustión" de Carlos Nogueira. 
"El reloj de los órganos" de Li Wu. 
Sonsoles Sebastián Acupuntura.
Nüwa.es.

jueves, 14 de noviembre de 2019

Sthira & Sukha


Sthiram sukham asanam


Patanjali nació en la Cachemira India, por el año III A. C. y fue una gran sabio que escribió uno de los libros más importantes del yoga llamado Yoga Sutras, donde hace referencia en el Sutra II.46 a dos importantes cualidades que son sthira y sukha.
Sthira es firmeza y estabilidad, mientras que Sukha, que significa "buen espacio", es sentirse feliz en un estado agradable y libre de obstáculos.
Lo que propone Patanjali es que siempre en nuestra práctica debemos buscar una actitud firme, alerta y a la vez la ligereza y comodidad del ser. El yoga Sutra hace referencia a una historia maravillosa para explicar cómo se manifiestan estas cualidades.
Ananta era el rey de las serpientes que flotaba en el océano, éste se enrollaba para que el dios Vishnu descansara sobre él como si fuese un cómodo colchón y a la vez se alargaba para formar una sombrilla que protege al Dios Vishnu porque, según la mitología hindú, sobre su cabeza descansa nuestro mundo. Por lo tanto la serpiente debe ser suave y cómoda para servir al Dios y al mismo tiempo firme y segura para soportar la tierra.

Lo mismo sucede cuando practicamos yoga, en cada asana debemos lograr el equilibrio entre la firmeza y la comodidad. Para lograr estas cualidades debemos tener una práctica  prudente y bien estructurada, donde sepamos conscientemente cuál es nuestro punto de partida, es decir, debemos saber la condición física, mental y emocional en la que nos encontramos en ese momento al hacer la práctica, así vamos avanzando paso a paso, de acuerdo a nuestras habilidades, sin sobreexigencias, siempre respetándonos.
Cuando logramos que nuestras posturas sean estables y cómodas, las asanas dejan de ser simples ejercicios físicos, convirtiéndose en posturas meditativas. Un asana debe ser una postura cómoda y firme. 
Además, los conceptos de Sthira y Sukha no solo hacen posible una mejor experiencia en el yoga, sino, también son necesarias en nuestra vida.
A nivel celular sucede algo similar, la estructura de la célula debe ser lo suficientemente permeable o abierta (Sukha) para permitir que los nutrientes entren y los desechos salgan. Y también tiene que ser lo suficientemente estable (Sthira) para mantener su integridad, debe haber un equilibrio entre ambas.


Cómo se refleja Sthira y Sukha en nuestra vida
En las asanas la estabilidad y firmeza se aprecia en lo que llamamos "el anclaje del asana", que es la base con la que tomamos la postura como cuando hacemos una postura de pie como virabhadrasana.

Así como lo hacemos en la práctica del yoga, en nuestra vida requerimos también de Sthira, necesitamos una base firme, raíces fuertes para poder desarrollarnos, porque de lo contrario no podemos crecer. Nuestras raíces serán más fuertes en la medida en la que tengamos claridad en quiénes somos, de dónde venimos, qué buscamos y qué queremos.

Sukha en la vida diaria se relaciona con nuestra actitud, con la forma en la percibimos la vida y en la forma en la que trabajamos para desarrollar nuestro bienestar interno. Además se relaciona con nuestra capacidad de abrirnos a la vida, a lo nuevo, a lo que nos nutre y permitir al mismo tiempo dejar ir lo que ya no nos sirve.
Como podemos apreciar la práctica del yoga nos entrega desarrollo y comprensión a través de casa asana, para luego integrarlo en nuestra vida. El equilibrio que existe  entre Sthira y Sukha primero se comprende a nivel del cuerpo con la práctica de asanas de yoga y luego nuestra comprensión se abre para aplicarlo a la vida.
Así este equilibrio entre estas dos cualidades nos permite avanzar en nuestro crecimiento personal y nos ayuda a manejar límites. Por ejemplo si tenemos un estado de bienestar interno con claridad y firmeza, podremos mantenernos siempre centrados y sabremos decir NO a aquello que no necesitamos o las situaciones o cosas que ya no nos sirvan.

Por eso estamos invitados a buscar siempre Sthira y Sukha (estabilidad y comodidad) no sólo en nuestra práctica de yoga, sino, en todos los niveles de nuestra vida.
Una vez que se logra el equilibrio entre los opuestos, la dualidad dejará de perturbarnos. 
                                                                                              Patanjali

Texto original: urbanyogaworld

miércoles, 19 de septiembre de 2018

"Yoga: Una joya para la mujer". Yoga y embarazo (Geeta S. Iyengar)

Embarazo

Collage de Carmen Peralto. Yoga y embarazo. Vida sana y creativa
Collage de C. Peralto (figura base: "Mother and child" de Alice Neel).

Lo que dice el refrán, "lo que siembres recogerás", es especialmente apto para las mujeres embarazadas. Una mujer que haya cuidado de su salud tendrá la recompensa de un embarazo saludable y de gestar un bebé sano. Para una mujer embarazada es esencial mantener su bienestar físico y mental por ella misma y por el bebé que lleva dentro. 

Hay conceptos equivocados respecto al yoga para las mujeres embarazadas. Algunas mujeres temen que practicar yoga durante el embarazo pueda provocarles un aborto. Esto, sin embargo, nada tiene que ver con la realidad. En las asanas se ejercita el útero para fortalecerlo y hacer que funcione correctamente para tener un buen parto.

"El momento para salvar la vida de un bebé en gestación es antes de que se produzca el embarazo", como dice el dicho popular. Es totalmente cierto. Ya hemos mencionado el momento adecuado para empezar con las asanas, concretamente la pubertad, y si así se hace ayudará a la sadhaka a estar fuerte en el momento del embarazo. 

El embarazo es un estado natural, como lo es la menstruación. Aunque supone un gran cambio para todo el cuerpo, este vuelve a la normalidad después del parto. 

Aquí se ha de enfatizar un punto importante. Una deficiencia en la secreción interna de la glándula tiroides puede provocar un aborto. Por esa razón, las mujeres han de practicar posturas como shirsasana, sarvangasana, setu bhanda sarvangasana, janushirsasana, antes de la concepción. El correcto funcionamiento de las glándulas endocrinas es de vital importancia para gozar de una buena salud y el yoga ayuda a proporcionar este equilibrio hormonal.

Shirsasana.

Las yogasanas son verdaderamente beneficiosas para prevenir los abortos debido a anomalías o a condiciones patológicas como la inflamación o el desplazamiento del útero. 

Las yogasanas también son útiles para evitar la esterilidad debida a anomalías en los ovarios, las glándulas o las trompas de Falopio. 
Por consiguiente, es recomendable para toda mujer empezar a practicar yoga antes de la concepción,  no solo para mejorar su salud como madre sino para asegurar la salud de las generaciones futuras.

Se aconseja a las mujeres embarazadas que tengan un cuidado especial durante los tres primeros meses. Al igual que la medicina, el yoga aconseja los cuidados prenatales. La madre necesita durante el embarazo sangre de buena calidad, rica en hemoglobina, y tener la presión arterial equilibrada. Las asanas son importantes para evitar signos peligrosos como la hipertensión, un rápido aumento de peso o albúmina en la orina.

Durante este período hay peligro de aborto debido a anomalías en la formación de la placenta, a prolapso (caída de un órgano), o a debilidad de los músculos uterinos. Durante este período es peligroso levantar mucho peso y dar saltos. Las yogasanas, sin embargo, no son violentas; refuerzan los músculos de la pelvis y favorecen la circulación sanguínea en dicha región; fortalecen el aparato reproductor, trabajan la columna vertebral y hacen que el parto sea mas llevadero. 

En este período las asanas que mas se recomiendan son Parvatanasa, Supta Virasana, Upavishta Konasana, Baddha Konasana, Shirsasana y Supta Padangusthasana. Estas posturas expanden la cavidad pelviana y crean espacio dentro del útero, asegurando una correcta circulación sanguínea y sitio para que el niño pueda moverse. 
Además, si se practica pranayama se relaja el sistema nervioso, se gana confianza y valor, y se vence la fatiga. Incluso las posturas invertidas realizadas correctamente son beneficiosas; mi padre y yo hemos guiado a muchas mujeres en su práctica de asanas hasta el noveno mes  del embarazo. Sin embargo, cuando la respiración se vuelve pesada es mejor no continuar. La propia mujer, cuando se encuentra en un estado avanzado de su gestación es quien mejor puede juzgar. Puede darse cuenta de que ciertas posturas no son factibles para ella debido a la pesadez que nota en la pelvis y el abdomen y por consiguiente también en el corazón. 
En esos casos, las asanas como Shirsasana, Sarvangasana y Halasana se han de interrumpir, pero otras posturas como las posturas sentadas con la espalda cóncava y las asanas de fortalecimiento de la columna sí son aconsejables. La práctica de dichas asanas aligerará el abdomen y la pelvis, que estarán así mejor irrigados. 
Sin embargo, los pranayamas ujjayi y viloma se pueden realizar durante todo el embarazo. 

En las primeras etapas de la gestación pueden hacer su aparición las nauseas matinales, la apatía y la debilidad. A veces se producen pequeños sangrados y dolores en la región pelviana, hinchazón o adormecimiento de los pies, venas hinchadas y varices, dolor de espalda, estreñimiento, variación en la presión arterial, toxemia, dolor de cabeza, pereza, visión borrosa y retención de orina. Para todos estos transtornos las asanas son fabulosas. 

No obstante, es aconsejable seguir un tratamiento médico si se descubre que el feto está en una posición anormal (cruzado o transversal) o si está muerto. El yoga practicado cuando el feto esté ya en posición de salida no puede hacer ningún daño. 

Al poco de haber tenido un aborto se puede reiniciar la práctica de las asanas y del pranayama, pero sin fatigar los órganos abdominales. Si se mantiene una constancia y un progreso, se puede aumentar gradualmente el tiempo de práctica y el número de asanas.

Collage: C. Peralto inspirado en la obra de P.R. Picasso: "Maternidad".

Indicaciones especiales
Se recomienda a todas las mujeres que fomenten su salud después del matrimonio y antes del embarazo mediante la práctica regular de asanas y de pranayama. 

Las que ya han concebido, durante los tres primeros meses pueden practicar todas las asanas y pranayamas salvo urdhva prasarita padasana, jathara parivartanasana, paripurna navasana y todas las asanas de estiramientos hacia atrás.

Practique todas las asanas de pie, estiramientos hacia adelante, sentada y supinas, invertidas y torsiones, especialmente las que estiran la columna y ensanchan la pelvis. 

Las mujeres que padecen hipotiroidismo tienen tendencia a los abortos, para remediar esto, se recomiendan las asanas invertidas.

Para facilitar el parto, se han de practicar las siguientes asanas con frecuencia hasta muy avanzado el embarazo: Baddha Konasana, Supta Baddha Konasana, Upavishta Konasana y las asanas de estiramientos hacia adelante. De hecho, cada vez que tenga algo de tiempo libre puede practicarlas. 

Después de tres meses, cuando el feto ya va creciendo, la práctica que ha de seguir hasta el momento del parto es la siguiente: 
Asanas
Utthita Trikonasana, 
Utthita Parsvakonasana, 
Virabhadrasana I, 
Ardha Chandrasana, 
Parsvottanasana, 
Prasarita Padottanasana, 
Janu Shirsasana, 
Baddha Konasana, 
Upavistha Konasana, 
ciclo de Virasana,
Supta Virasana Parvatanasana,
Salamba Shirsasana, 
Parsva Shirsasana, 
Parivrita Eka Pada Shirsasana, 
Salamba Sarvangasana, 
Halasana, 
Eka Pada Sarvangasana, 
Urdhva Padmasana en Sarvangasana, 
Bharadvajasana I, 
Savasana.
Pranayama: 
respiración profunda, ujjayi pranayama, viloma pranayama, surya bhedana pranayama, nadhi shodana pranayama. 

Si se produce un aborto conviene practicar viloma pranayama en savasana y surya bhedana pranayama durante dos o cuatro semanas. Después ya se puede empezar con las asanas invertidas comenzando durante algunos días sólo con salamba sarvangasana y halasana. 

Posteriormente se puede añadir salamba shirsasana y cuando se ha recuperado la energía por completo se pueden reanudar paulatinamente las asanas de pie y las de estiramientos hacia adelante. 

Las mujeres que tengan tendencia a abortar comprobaran que las yogasanas son muy beneficiosas. Durante el embarazo habrán de practicar todas las asanas de la guía que se enumeró anteriormente y pranayama y sus variaciones. 

Las mujeres con tendencia a abortar debido a problemas glandulares o debilidad muscular y constitución débil, han de concentrarse en la práctica de las asanas de estiramientos hacia adelante sentadas y supinas e invertidas. Maha Mudra y Savasana son esenciales. En ningún caso se deben practicar las asanas abdominales y lumbares. Se ha de seguir este programa como un medida curativa en todo momento, tanto si se está embarazado como sino.

Padmasana.
Parto
Las contracciones del parto son naturales, son una especie de señal de los diversos músculos de la zona pelviana y la zona adyacente. La mayor parte de las mismas van obviamente dirigidas a los músculos del útero que se contrae y relaja en una serie de espasmos hasta conseguir la expulsión del bebé. Sin embargo, el miedo y la fatiga mental pueden agravar los dolores del parto y retrasar el nacimiento del bebé.

Si se practican yogasanas durante el embarazo, éstas fortalecerán los músculos del útero para optimizar su funcionamiento durante el parto. Baddha Konasana y Upavistha Konasana son extraordinarias pues ensanchan la cavidad pelviana y dilatan el cuello del útero. El pranayama fortalece los nervios y ayuda a que la madre respire con calma durante los períodos entre las contracciones, lo cual es esencial para un parto fácil. Ayuda a relajar los nervios y a evitar las tensiones mentales. 

Si el parto es normal o aunque se tenga que realizar una cesárea, es aconsejable retomar las asanas y el pranayama a fin de favorecer la recuperación y el fortalecimiento de los órganos abdominales. 

Indicaciones especiales:
Durante el primer mes después del parto: tras dos semanas de reposo se puede hacer Savasana, Ujjayi y Viloma Pranayama (de 20 a 30 minutos en total), cada mañana o cada tarde, o por la mañana y por la tarde. En pranayama se tonifican los músculos y los órganos abdominales, que reciben un masaje en dirección a la columna y hacia el pecho. Esto refuerza el abdomen y ayuda al útero a volver a la normalidad. También mejora la calidad de la leche materna, purificándola y aumenta la secreción de leche. Además, con esta práctica se relaja todo el sistema nervioso. 

Segundo mes: se han de practicar las asanas de la semana anterior además de las que se indican para la semana correspondiente:
Primera semana:
Vrksasana, Utthita Trikonasana, Utthita Parsvakonasana, Salamba Sarvangasana, Halasana.
Segunda semana: Virabhadrasana, Janu Sirsasana
Tercera semana: Paschimottanasana, Janu Sirsasana, Salamba Sirsasana, Maha Mudra
Cuarta semana: Parvatanasana, Paripurna Navasana, Setu Bandha Sarvangasana, Bhardvajasana. 
Duración: para Salamba Sarvangasana, Halasana, Setu Bandha Sarvangasana y Paschimottanasana, aproximadamente 3 a 5 minutos para las demás 15 a 20 segundos. Sin embargo la práctica del yoga se debe adaptar a cada persona, se puede aumentar la duración según nuestra fortaleza física; la práctica del yoga no debe producir cansancio. Junto a este programa se ha de realizar pranayama. 

Tercer mes: la madre ha recobrado su silueta y sus órganos se han fortalecido; el cansancio postnatal también ha desaparecido Cuando se ha recobrado la  normalidad se pueden volver a practicar todas las asanas de pie, las asanas abdominales y lumbares y torsiones. 

Efectos: la práctica de las asanas después del parto refuerza la columna; el vientre y el abdomen no acumulan grasa, la cintura tiende a reducirse y las nalgas no se quedan flácidas. Tiran de los músculos pectorales hacia arriba y así los pechos no se caen. La debilidad debida al sangrado desaparece y se tonifica el sistema nervioso.


Cesárea: en el caso de una parto difícil o de una cesárea se ha de practicar Savasana, Ujjayi Pranayama I y Viloma Pranayama I hasta que cierre la herida. Esto normalmente supone unos dos meses. Pasado ese tiempo se pueden reemprender las siguientes asanas: 
Salamba Sarvangasana, Halasana, Setu Bandha Sarvangasana, Parvattanasana, Janu Sirsasana, Maha Mudra y Savasana. 

Lactancia: Tras el parto, la madre ha de asegurarse el descanso físico y mental. Los músculos abdominales se quedan flácidos después de dar a luz, en esta etapa están indicados Savasana y el pranayama Ujjayi I.

Al bebé se le ha de alimentar con la leche materna. En medicina se dice que para cada medida de leche materna se requieren cuatrocientas medidas de oxígeno. En savasana el abdomen y los órganos internos no sobresalen y en Ujjayi Pranayama la cavidad torácica se expande por completo Por ende, aumenta la absorción de oxígeno y favorece la lactancia. 

A partir del primer mes se recomienda practicar las asanas de la parte recomendada para posparto; éstas estimulan la hipófisis, que segrega la prolactina que controla la lactancia. Estas asanas también alivian la pesadez de los pechos y los reafirman. Después del parto se suele acumular grasa en la zona de las nalgas, caderas y pechos y hay una tendencia a la flacidez. Se ha de controlar el aumento de grasa y se han de reforzar los órganos abdominales. A los dos meses del parto ya se pueden practicar las posturas que ayudan a contraer los músculos abdominales y pelvianos para que vuelvan a su forma anterior. 

No hay ningún peligro en practicar yoga tras una operación quirúrgica como una tubectomía o una extirpación de útero. No obstante, se ha de ir con cuidado y gradualmente, y sólo tras un riguroso descanso, evitando los esfuerzos y los sobreestiramientos. Por consiguiente es esencial una práctica correcta.

Título: Yoga para la mujer.
Autor: Geeta S. Iyengar.
Editorial: Kairós.
Páginas: 376.
P.V.P: 28,02 € (Amazon).