> Vida sana y creativa: Rafael Santandreu: "El arte de no amargarse la vida" (II)

miércoles, 4 de mayo de 2016

Rafael Santandreu: "El arte de no amargarse la vida" (II)

Seguimos con las palabras de Rafael Santandreu y sus nociones para "no amargarnos la vida".

Tesoros marinos de las playas de Huelva
Apreciar la belleza de todo lo que nos rodea.
(...) En terapia cognitiva enseñamos a las personas a evaluar lo que les sucede (o les podría suceder) con criterios:
  • Objetivos
  • Con sana comparación
  • Abiertos al mundo
  • Constructivos
  • Con una mínima conciencia filosófica

Objetivos
Hemos de intentar basarnos en lo que dice la ciencia o el conocimiento más riguroso posible. Los seres humanos necesitamos muy poco para estar bien. Nuestras necesidades básicas son escasas.

La sana comparación
Para saber si algo que me ha sucedido o me podría suceder es "un poco malo" o más bien es "terrible", tengo que comparar esa situación con "todo" lo que me podría suceder. Los seres humanos sabemos, conocemos, a través de distinguir diferencias y comparar unas cosas con otras. Por lo tanto, cualquier intento de ser más objetivos pasa por comparar de la forma más eficiente posible. Hay que comparar con todo el mundo, con la comunidad de todos los seres humanos, con todas las posibilidades reales que se dan en la vida, sin esconder la muerte, las enfermedades, las carencias básicas...
A veces, nos volvemos neuróticos cuando nos centramos en nosotros mismos como niños pequeños que se creen el centro del universo.
Una buena regla para medir es hacerse la siguiente pregunta: ¿En qué medida esto que me ha pasado (o me podría pasar) me impide llevar a cabo acciones valiosas por mí o por los demás?

poema visual de Carmen Peralto: serie (+)caradas
"Los seres humanos necesitamos muy poco para estar bien". (Ilustración: poema visual de C.Peralto). 
Abiertos a la realidad del mundo
La situación de otras personas que viven en entornos diferentes nos informa, una vez más, de las necesidades básicas de los seres humanos. Los seres humanos en general pueden ser felices una vez cubiertas sus necesidades más básicas. Hay que ser conscientes de la realidad del ser humano. A veces, vivimos en sociedades tan artificiales que llegamos a pensar que sin un piso en propiedad, un buen coche o unas vacaciones en la playa, no vamos a ser capaces de sentirnos bien. Eso es estar fuera de la realidad.

Constructivos
Calificar de "terrible" todas las cosas negativas que nos suceden no es nada constructivo porque esa calificación conlleva un descalabro emocional que no ayuda a resolver situaciones. Por lo tanto, lo más constructivo, lo más funcional es intentar calificar lo que nos sucede en la zona central de la línea de evaluación de las cosas de la vida.
De lo que hablamos aquí es de evaluar en su justa medida. Lo que sucede es que, la mayor parte de las veces, las adversidades no son tan malas como imaginamos.

Buena conciencia filosófica de la vida
Todos los adultos tenemos una filosofía vital determinada, es decir, somos filósofos por naturaleza, lo queramos o no. Revisar nuestro sistema de valores, nuestras creencias más básicas acerca de lo que vale la pena, o no, es un ejercicio muy sano porque es posible que nuestra filosofía nos esté haciendo la vida imposible.