Desde hace unos años, las hemos hecho y poco a poco, he conseguido adaptarlas a mi gusto particular.
He usado pan duro del día anterior: una barra de viena normal y corriente. No estoy muy por la labor de comprar expresamente "pan de torrijas" porque esto rompe justamente el sentido primero de este plato: que sin duda es el de aprovechamiento de lo que se nos va quedando duro por ahí.
Esta vez las he frito usando aceite de girasol, como se recomienda según más autores, ya que el aceite de oliva virgen extra le puede enmascarar el sabor delicioso de la leche aromatizada en las que bañamos el pan.
Aquí os paso mi receta:
Ingredientes:
Aceite de girasol.
2 huevos para el rebozado.
Para aromatizar la leche:
1 litro de leche entera.
Cáscara de naranja y de limón al gusto. (Con cuidado de que no lleve parte de la piel blanca, que puede amargar...)
1 palito de canela o dos, al gusto de cada uno. En mi caso, uno.
5 ó 6 cucharadas de azúcar morena o blanca.
Para el almíbar de miel:
125 ml de agua (medio vaso).
2 cucharadas soperas de azúcar morena o blanca.
4 ó 5 cucharadas soperas de miel de calidad (si es artesana/ecológica mejor), en mi caso es una deliciosa miel "Primavera" de los panales de un vecino mío.
Un chorro de licor o brandy.
Elaboración:
Ponemos la leche en un recipiente con suficiente capacidad y añadimos en frío la canela y las cáscaras de la naranja y el limón. Cuando comience a hervir bajamos el fuego y añadimos el azúcar. Dejamos a fuego lento que infusione unos minutos. Apartamos y reservamos para que entibie.
Mientras, cortamos el pan en rebanadas como de dos dedos de grosor (si las hacemos muy finas se nos deshacerán) y mojamos las rebanadas en la leche, colocándolas sobre una rejilla y en capas de unas sobre otras, de manera que la rebanada de arriba vaya calando a la inferior, etc.
Ponemos a calentar en una sartén una buena cantidad de aceite de girasol.
Bat1imos 2 huevos hasta que espumeen bastante y vamos rebozando las torrijas en el huevo. Del huevo batido las pasamos, lo más escurridas posible, a la sartén con el aceite bien caliente.
Según la cantidad de torrijas habrá que añadir más huevo y probablemente, cambiar o colar el aceite porque según se van friendo, coge impurezas del huevo, etc.
Una vez fritas se pueden pasar por azúcar con canela o bañar en almíbar de miel, como es este caso.
La preparación del almíbar es simple: se pone a hervir el agua, junto con el azúcar y la miel. Se añade el brandy. Cuando esté disuelto todo convenientemente se aparta del fuego y se deja entibiar para bañar con ello las torrijas.
¡¡Y en cuanto enfríen... listas para tomar!!
